«Sabemos que es un campo muy complicado. El Sevilla es un histórico que en la última década ha crecido muchísimo. Tiene una exigencia grande y una magnífica afición. Tenemos que estar casi perfectos para ganar allí», confesó. «Soy una persona que no se conforma con un punto. Trato de inculcar a mis jugadores que el objetivo de cada partido es la victoria, conscientes en este caso de lo difícil que es el Sevilla. No pienso en el pasado», dijo Bordalás.