El Sevilla sabe que aún le restan grandes años de fútbol, por lo que está dispuesto a realizar un esfuerzo económico y mejorar algo el actual contrato de Banega, el más importante de la plantilla. Todo ello con un jugador que en verano cumplirá 32 años. Pide tres años. Se le concederán. El problema estriba en que Banega no tiene prisa. Esperará a ver qué dice el mercado sobre él, es decir, qué clubes se interesan por su situación y qué clase de propuestas colocan encima de la mesa. Un gran contrato más un prima de fichaje, escenificando el último gran pelotazo del futbolista en una larga y provechosa carrera en lo económico. En el Sevilla, por su parte, tampoco se alarman.
