En la agenda de Monchi figura Borja Iglesias, atacante que el verano pasado pudo desembarcar en Nervión a poco que Caparrós hubiera dado el visto bueno a los informes llegados a la tercera planta del Sánchez-Pizjuán. No se hizo aquella operación porque el Sevilla no lo vio preparado para el salto. Borja Iglesias se ha salido este año en el RCD Espanyol. Sin embargo, cuando los 10 millones de euros que costaba su fichaje resultaban más que asequibles, hubo marcha atrás. Decían que un jugador de Segunda no era lo mejor para potenciar la delantera de un conjunto obligado a quedar como poco entre los seis primeros. El Sevilla dijo no, el RCD Espanyol apostó por Borja Iglesias y acertó en su decisión. De costar 10 millones a tener que pagar los 28 de su cláusula si finalmente el Sevilla se decide ir a por él.
