La plaga de lesionados del Sevilla FC ha pasado de ser un infortunio a una situación empírica, que hace recelar hasta al propio Lopetegui de que la causa de esta circunstancia venga de una mala planificación o por una mala praxis de trabajo del equipo médico.
Las continuas bajas musculares de jugadores antes de concluir el primer tiempo o en el propio calentamiento, hacen ver al entrenador que algo no está funcionando bien y le está impidiendo luchar por el gran sueño que es LaLiga.
El propio hecho de buscar la solución fuera de casa, señala directamente al equipo médico y de preparadores físicos del equipo, y hace dudar hasta a los propios jugadores.
Algo impropio de una empresa con más de 200 millones de presupuesto y con grandes objetivos como alcanzar el primer puesto del campeonato.