La expulsión de Lucas Ocampos en el pasado encuentro de Champions ante el PSV, resultó decisiva para la remontada del conjunto holandés.
El Sevilla tenía controlado el partido con dos goles de ventaja, pero incomprensiblemente el argentino se encontraba muy nervioso.
Esto fue captado por el banquillo, que pidió al extremo que se calmara, ya que una amarilla le impediría estar en el partido contra el Lens de la última jornada.
Sin embargo, unos minutos después llegaría la protesta que le costó la tarjeta amarilla, eso sí demasiada rigurosa por parte del colegiado.
A Ocampos eso le afectó en demasía, a pesar de que desde el banquillo seguían reclamándole que se tranquilizara.
Nada más lejos de la realidad, a los tres minutos hizo una entrada a destiempo, segunda amarilla, expulsión y ya sabemos todos lo que pasó después.
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Una reveladoreas imágenes a pie de campo de Gol, nos sirven para ver todo esto que ocurrió y que te mostramos a continuación: