El Sevilla que quería Unai Emery, ese que se empeñó en buscar contra la evidencia de los resultados cuando pocos creían en él, ya asoma con fuerza. La exhibición colectiva ante el Getafe evidenció que el técnico sevillista llevaba gran parte de razón cuando apostaba por un equipo de neto cariz ofensivo. Claro que hasta el primer partido del año 2014, cuando está a punto de concluir la primera vuelta, no ha podido redondear su mejor Sevilla, que ahora está a sólo 4 puntos del cuarto puesto y ya mira a la Champions como una meta al alcance, no como una lejana quimera que sonaba a mensaje hueco.