Este Sevilla sigue sin carburar a pleno rendimiento a pesar de que ayer sumara tres puntos. La victoria, lograda sobre la bocina gracias a un gol de Rakitic –auténtico líder de este equipo– debe hacer reflexionar tanto al cuerpo técnico como a los propios jugadores porque la desconexión y el bajón físico en el segundo tiempo fue de tal magnitud que la primera bronca de la temporada no cayó de milagro gracias al tiempo de descuento y a un paradón que hizo Beto tras una excelente volea de Rodri, que hubiera puesto el 1-2 en el marcador.