Al conjuro de la remontada y de cierta frase de José María del Nido, aquella de «el Sevilla se va a comer al león de la melena a la cola», vibró el viejo estadio del Athletic de froma tremenda. Unos días antes, en la Liga, Kanoute había soliviantado a la grada local con dos goles. Pero Caparrós, que, como buen conocedor de los secretos del drenaje del Sánchez-Pizjuán, presionó para que se jugase la ida sobre una piscina, usó todas las armas a su mano para motivar a los suyos en la vuelta. Del Nido quiso equilibrar el enfervorecido ambiente de Bilbao con aquella frase, y aún se recuerda lo del rabo hasta en el nuevo San Mamés.
