Lo del año pasado fue muy romántico para el Sevilla. Encontrarse casi de súbito con su competición, a primera vista otra vez. Un tobogán de emociones fuertes: el derbi, el gol agónico de Mbia, los penaltis de la final de Turín… Este año, sin embargo, hay un matiz económico en la aventura. Todos quieren igual a la Europa League, pero el matiz se llaman 12 millones de euros por acceder directamente a la fase de grupos y cuatro más (tres si fuera subcampeón) por la Supercopa de agosto en Tblisi…