El Sevilla de Lopetegui se estrena hoy en otra competición, la que quedaba por aparecer en el horizonte del proyecto, con diferencias sustanciales y mucha más pólvora de lo que habitualmente acompaña a la Copa del Rey con el formato de eliminatorias a partido único, un modelo que carga de munición y de emoción los enfrentamientos a menudo anodinos en esta fase primaria del torneo. Una fase en la que transatlánticos o yates de lujo deben competir en una carrera con barquitas de motores fuera borda. Lopetegui va con pies de plomo y ha garantizado un once potente para no pasar apuros y estar en el bombo en la segunda ronda de esta Copa en la que el vasco ha apostado a ganador. El técnico ha dejado en el cajón la prudencia para catalogar a su Sevilla como un “protagonista” de la competición que lo que quiere es ir a ganarla.