El Sevilla se reencontró con el triunfo en su competición fetiche, en ese torneo en el que luce con orgullo su escarapela como campeón en cinco ocasiones. Y los sevillistas hicieron honor a ello con una victoria incontestable en el Olímpico de Roma, donde fueron tremendamente superiores a la Lazio y donde debieron dejar liquidada, y más que resuelta, una eliminatoria que se resolverá dentro de seis días en el Ramón Sánchez-Pizjuan. Los blanquirrojos partirán con una ventaja de un gol gracias a ese tanto materializado por Ben Yedder, pero debió ser muchísimo más a tenor de lo que aconteció en la fría noche romana. El Sevilla tuvo contra las cuerdas a una Lazio cada vez más disminuida por los elementos que se le iban cayendo por lesión y sólo le faltó un punto de ambición y también, por qué no decirlo, de acierto en los últimos metros para haber puesto una distancia que ya habría sido definitiva. Lo tuvo en su mano, sin duda.