Vuelve LaLiga a Nervión, escenario donde el pasado miércoles el equipo de Machín recuperó sensaciones a lo grande y dio capotazo a su pequeña crisis de resultados (tres derrotas consecutivas) tumbando al Barça por 2-0 en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey. Esa eliminatoria, que se cerrará dentro de cuatro días en el Camp Nou, acapara un buen ramillete de ilusiones entre la familia sevillista, si bien el vestuario y su entrenador son conscientes de que no pueden despistarse en la competición liguera. El rival de hoy, el Levante de Paco López, está cuajando una buena temporada y no va a poner ningún tipo de facilidades en su visita al Sánchez-Pizjuán.
