Misma imagen que en Moscú, mismo final. Apenas cuatro días después de caer estrepitosamente en la capital rusa con una segunda parte horrorosa, el Sevilla volvía a repetir guion en Valencia. Sin nada nuevo que ofrecer y lo que es peor, sin capacidad de reacción. Otra goleada, ante un rival directo y dando una imágen pésima que hace pensar en algún cambio…
