El Sevilla FC ha entrado en una dinámica peligrosa con los últimos resultados, que lo vuelve a colocar nuevamente mirando a los puestos bajos de la clasificación.
Tres derrotas consecutivas, que han supuesto un duro golpe para el técnico, que tras la victoria ante el FC Barcelona pensaba que sería un año apacible.
Nada de eso, toca remangarse y volver a remar, porque el equipo parece que se le ha caído, que ha bajado los brazos y lo peor es que a Almeyda se le ve con desánimo.
En sus ruedas de prensa ya no transmite como al principio, siendo consciente de la falta de calidad que tiene la plantilla.
Es por ello que buscará volver a la competitividad y al vigor demostrado en los primeros partidos, para volver a la senda del triunfo.
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Y es que una cuarta derrota consecutiva empezaría a poner en duda su proyecto y si se cae el entrenador, se caería todo aquello en lo que está cimentada la planificación de Antonio Cordón.
El equipo debe resetearse y volver a mostrar el espíritu de los primeros partidos, aunque para ello haya de prescindir de jugadores como Gudelj, Marcao o Nianzou, y volver a los Kike Salas, Castrín…
