Noche grande. De las que gustan en Nervión. La llegada del Real Madrid siempre es especial. Eleva las pulsaciones y desata los parámetros máximos de intensidad sobre la piel del Sánchez-Pizjuán. Las piernas sueltan una marcha más y la grada descarga como nunca. Todos vuelan. Con ello, quiere propinar el Sevilla de Machín un importante golpe de efecto aprovechando la visita del gigante blanco. El entrenador ha preparado a conciencia el duelo con sus jugadores, huyendo de ver excusas en la complejidad de un calendario que multiplica su hándicap con las lesiones. No merecen la pena los lamentos. En Nervión saben de sobra que vencer esta noche al Real Madrid, más allá de disparar al equipo en la tabla, supondría un espaldarazo tremendo al proyecto. A la idea de Machín.
