El técnico soriano no se conformará con una buena temporada y buscará pelear por los títulos
que pueda, así como por clasificarse para la Champions League para el siguiente curso.
Tras su llegada, Pablo Machín ha dejado claro cuales son sus objetivos para la temporada
2018-2019. El nuevo entrenador del Sevilla apunta alto y no se conformará con poca cosa,
pues además de buscar recuperar esa cuarta plaza en LaLiga Santander que da derecho a
jugar la Champions League, el conjunto de Nervión tratará de pelear por dos títulos que
ilusionan y mucho a la afición: la Copa del Rey y la Europa League.
No será nada fácil para los hispalenses alcanzar todas estas metas que el técnico soriano pone
en este inicio, pero el trabajo bien hecho les ayudará a ello. Eso sí, para lograr pelear en las
tres competiciones, Machín tendrá que disponer de una plantilla amplia y comprometida, que
rinda bien cuando el entrenador meta cambios en la alineación titular, siendo esta una de las
claves que dictaminarán si el Sevilla puede estar en las apuestas de fútbol para terminar entre
los cuatro primeros de LaLiga al final de la temporada o no.
Precisamente este fue el hecho que impidió a los de Nervión la campaña pasada clasificarse
para la Champions League, pues la plantilla no logró los resultados esperados en la
competición doméstica, mientras que en Europa llegaron a cuartos de final y en la Copa del
Rey a la final.
Para todo esto, lo primero y más importante es acertar con los fichajes que se traigan este
verano. Por el momento han llegado junto al ex entrenador del Girona Roque Mesa
(Swansea), Ibrahim Amadou (Lille) y Tomas Vaclik (Basilea), pero se esperan varias altas
más que completen una plantilla impecable y sin fisuras.
Hay muchos nombres sobre la mesa, pero parece que actualmente las posiciones que más se
necesitan reforzar es la de mediocentro, en caso de que Steven N’Zonzi confirme su marcha,
y la de delantero. Para la primera se manejan varias alternativa, pero es difícil elegir el
nombre que suplirá a una de las pieza clave en las últimas temporadas. En la punta de ataque,
la más que posible salida de Wissam Ben Yedder y el escaso rendimiento en cuanto a goles
de Luis Muriel en su primer curso como sevillista, hacen necesario un delantero capaz de
marcar la diferencia cuando se le necesite.
Y es que, aunque hasta el momento se haya mostrado cierta debilidad en el centro de la zaga
tras la salida de Clément Lenglet, parece que el regreso de Simon Kjaer o Gabriel Mercado al
equipo, reforzará esta línea en la que Amadou se está haciendo un hueco interesante. Eso sí,
parece que aún llegará otro central que supla la baja del francés que se erigió como capitán
general de las operaciones en la línea defensiva la pasada temporada.
Con todo esto, y un par de retoques más de segunda fila, parece que Machín tendría un
equipo plagado de buenos jugadores con los que afrontar la difícil papeleta que él mismo se
ha autoimpuesto. El proyecto promete mucho, pero ahora toca darle las armas al entrenador
soriano para que este pueda pelear con los mejores por hacerse un hueco en la historia del
Sevilla.