Señales que dejan los partidos contra el Athletic

En el primer amistoso ante el Athletic el Sevilla se puso en el campo de nuevo con un 3-5-2, en el que se pudo ver al delantero marroquí arriba junto a Carlos Fernández, y también partiendo desde la banda izquierda en una ligera variación al 3-4-3. En el segundo amistoso prosiguió con esa defensa de tres, con Fernando en el papel de líbero que había ejercido Gudelj, pero careció de la llegada y la solidez de la primera prueba. La posición retrasada de Rakitic, demasiado anclado atrás y alejado de los interiores, Óliver Torres y Óscar Rodríguez, y la agresividad del Athletic ante un árbitro con el norte perdido privaron de conexión a la medular. De hecho, volvió al clásico y tradicional 4-3-3 cuando a raíz del gol del Athletic, en una jugada de estrategia, hizo debutar a Acuña, como lateral izquierdo. Ahí sí se reencontró un Sevilla en el que Ocampos se situó de extremo derecho, tras su infructuosa prueba de jugar primero de carrilero y luego de segundo delantero: el Sevilla tuvo más profundidad y hasta empezó a aparecer Rakitic en posiciones adelantadas. Destacó que En-Nesyri volvió a marcar y que se adaptó a dos roles diferentes en el ataque. También se puso en evidencia que a De Jong le cuesta encontrar el estado de forma para intuir el tiempo de los desmarques y los remates. Y que Bryan puede ser una pieza válida para desequilibrar, en diferentes posiciones ofensivas. Hasta de carrilero jugó el extremo barbateño. Otro de las señales del laboratorio es que Monchi debe darse prisa en encontrar un central.

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