El Sevilla FC realizó durante el mercado de verano seis fichajes, para intentar mantener el nivel que le había llevado a estar en Champions las últimas tres temporadas.
Se puede decir que es la planificación más desastrosa de la historia del club, viendo como en cinco meses, ninguno de los seis son necesarios o están jugando con asiduidad.
Primero empezaremos por los casos más sangrantes, los tres refuerzos que han durado tres meses. Isco, Dolberg y Januzaj ni tan siquiera siguen actualmente ligados al club. Dos de ellos ya no son propiedad de la entidad y el belga ha salido cedido hasta final de temporada.
Caso aparte son los lesionados Alex Telles y Marcao. El primero es fruto de la mala fortuna, al caer durante la celebración del Mundial, pero su compatriota Marcao llegó con molestias y sólo ha jugado 7 encuentros, habiendo pasado por el quirófano y pendiente de estar disponible en el mes de abril.
El último fichaje es Nianzou, la gran apuesta. Costó 16+4 millones y ya ha agotado la paciencia de Sampaoli, que veía como salía retratado una y otra vez en todos los goles y colmó el vaso con su fallo en Girona.
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El defensa francés tiene sólo 20 años, pero de momento se puede decir que es una apuesta fallida.
