«Esto no lo he contado nunca. El Betis tenía unos ojeadores que iban a los Salesianos. A dos o tres amigos y a mí nos dijeron de probar en Camas y me cogieron. Yo le dije a mi padre que el Betis quería firmarme, y mi padre dijo que no iba el Betis. Él empezó a hacer las gestiones para hacer las pruebas en el Sevilla, las hice y me cogieron», decía Caparrós en los medios del club.