Joaquín Caparrós ha llegado al rescate del Sevilla, no sólo por la mala racha que el equipo de García Pimienta estaba teniendo, con cuatro derrotas consecutivas y siete partidos con una sola victoria.
También porque los dirigentes de la entidad necesitan un escudo, alguien que sea capaz de unir al sevillismo, y evitar la tremenda bronca que, aún así, van a recibir el próximo domingo en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
La idea de Víctor Orta y José María Del Nido Carrasco es que el próximo curso, otro entrenador de diferente perfil y más joven, se encargue de dirigir el nuevo proyecto.
Íñigo Pérez, técnico de los más jóvenes de Primera División, que está haciendo una temporada muy buena con el Rayo Vallecano, era la opción favorita de los dirigentes de la entidad.
Sin embargo, va a seguir en el Rayo, el club lo acaba de hacer oficial en sus medios, firmando una temporada más.
Con esto tenemos el primer entrenador que rechaza la idea de fichar por el Sevilla. Como ya ocurriera el curso anterior, García Pimienta estaba por detrás de Enzo Maresca, Sarri o Jagoba Arrasate…
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Si en otros tiempos dirigir al Sevilla Fútbol Club sería un tremendo honor y un privilegio, actualmente es un marrón, debido a la inestabilidad y a la situación que vive la sociedad.
