Médicamente hablando, el problema de Rusescu es que tiene un ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha muy delgado y un ligamento externo derecho «al límite», con el agravante de que es una rodilla ya intervenida de menisco. El riesgo de lesión no se puede cuantificar, pero los resultados de la resonancia magnética son elocuentes. Existe una probabilidad fundada de lesión grave.