Hubo un cartel en el último lavado de cara del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán que rezaba «Nervión no regala puntos». Dos tropiezos seguidos tras su instalación hicieron que, por superstición, el mismo fuera retirado, pero la frase no deja de ser cierta a tenor de los resultados que se están dando en el Sevilla cuando juega como local. El fortín de Nervión ha regresado al conjunto ahora dirigido por Pablo Machín, que está ofreciendo un excepcional rendimiento cuando juega como local. El pasado domingo el once sevillista acababa el año en materia de partidos domésticos con un triunfo ante el Girona que suponía el décimo consecutivo de esta temporada.
