Pablo Sarabia, que no termina de cerrar el acuerdo con el Sevilla para renovar su contrato a causa de las comisiones, hubiera protagonizado una inopinada bomba en este mercado invernal si el Paris Saint-Germain, que lo tenía en una lista de posibles refuerzos, hubiera dado el paso para abonar la cláusula de rescisión, asequible y más para el gigante galo, de 22 millones de euros. Fuentes consultadas por Diario de Sevilla confirmaron el interés inicial del PSG, pues a su entrenador, el alemán Thomas Tuchel, le gusta mucho el juego del madrileño. No obstante, las preferencias del opulento club parisino giraron hacia Luciano Acosta.