Decepción es la palabra que puede definir el final del partido del Sevilla ante el Valencia. Los nervionenses tenían en el bolsillo tres puntos, que eran claves para la permanencia.
Sin embargo, el entrenador del Sevilla, Matías Almeyda, no estuvo nada acertado con los cambios, como ha ocurrido en otros partidos anteriores.
Es cierto que no contaba precisamente con muchos jugadores competitivos en el banquillo, sobre todo porque sufren una plaga de lesiones importante: Nianzou, Marcao, Januzaj, Vargas, Juanlu, Kike Salas y Suazo están en la enfermería.
Tampoco tenía disponible a Isaac Romero, que recordemos fue expulsado en el derbi sevillano y también estará sancionado para el partido contra el Oviedo.
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Peque, que volvió a ser uno de los mejores jugadores del Sevilla, y su salida del campo empeoró al equipo, vio la quinta tarjeta amarilla, por lo que es otra baja confirmada para la visita del equipo asturiano.
