El sevillismo es consciente de que el club está viviendo un momento de transición, hacia un cambio importante en la dirección y la propiedad de la entidad.
Y es que la venta del Sevilla se está acelerando en las últimas semanas, y todo apunta a que podía quedar completamente cerrada a principios del año 2026.
Hay bastantes ofertas encima de la mesa para los accionistas, que habrían comprendido que es el momento de dar un paso a un lado, y dejar a otras personas que gestionen en el club.
Algunas ofertas ya superan los 3.000 por acción, una cifra bastante importante, llevando la operación a más de 300 millones, cifra a la que habría que restarle las deudas de la entidad, aproximadamente de unos 100 millones.
Antonio Lappi y Fede Quintero no tiran la toalla, aunque los fondos de inversión extranjeros, han hecho ofertas muy superiores en lo económico, y estarían muy cerca de alcanzar un acuerdo con todos los accionistas.
Se espera que el dúo de empresarios sevillanos hagan un último esfuerzo, con el punto a favor de que el club quede en manos sevillistas, frente a la incertidumbre de la llegada de un capital extranjero.
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Ahora la pelota está en el tejado de Las familias Guijarro, Carrión, Alés y Castro, que actualmente gobiernan el club, más el máximo accionista, José María del Nido Benavente, que lleva varios años intentando volver al poder, sin éxito.
De ellos dependerá el futuro de la institución, a corto y medio plazo.
