Hay una gran noticia: queda margen para levantarse y conseguir retos enormes. El punto de inflexión que no llegó en Huesca debe aparecer hoy ante el Slavia de Praga en el Sánchez-Pizjuán. Al menos, eso es lo que esperan todos en el Sevilla. El otro gran estímulo emana del propio idilio del club hispalense con la Europa League. Cada vez que entra en escena en su torneo fetiche, el pentacampeón se transforma para ofrecer, casi siempre, su mejor cara. Ni siquiera el duro comienzo de 2019 ha alterado la ‘tradición’, toda vez que en la anterior ronda, en los dieciseisavos de final, el Sevilla ya supo aparcar sus problemas para exhibirse ante la Lazio, ganando los partidos, 0-1 en Roma y 2-0 en Nervión.
