Y es que en el feudo rojiblanco se han vivido noche europeas de auténtico éxtasis. La primera de ellas y sin duda la más recordada fue la semifinal de la UEFA 2005-2006, contra el Schalke 04, un jueves de Feria, 27 de abril de 2006. Un zurdazo del recordado Antonio Puerta desataba la alegría en la grada, la primera clasificación para una final que finalmente acabaría en la vitrina del Ramón Sánchez-Pizjuán. Un año más tarde eran Luis Fabiano y Renato los que hacían los goles que volvían loca a la afición dando la clasificación para la final de Glasgow tras remontar al Osasuna. Ya en 2016, año de la quinta Europa League, el Sevilla borró a la Fiorentina en el partido de ida de la semifinal en su campo. Los de Emery colocaron un 3-0 que daba casi por cerrada la clasificación para la final. La última gran noche europea fue la que se vivió contra el Liverpool en la fase de grupos de la Liga de Campeones de 2017-2018. Los sevillistas se fueron al descanso con un 0-3, pero en la segunda parte empataron. Estas noches de pasión han sido otro de los puntos a favor de la candidatura del Sevilla que después de mucho trabajo logra albergar una final de «su» torneo.
