Muestra un nuevo camino

El Sevilla levantó el puño en Getafe. El equipo al completo. Y su entrenador, en lo malo y en este caso para lo bueno, en primera fila. Julen Lopetegui no sacó pecho. Se limitó a ofrecer verdaderas soluciones a los males que estaba mostrando el conjunto nervionense en los dos últimos meses. Se puede afirmar con rotundidad que el Sevilla no se había caído, aunque tampoco un triunfo de este calado puede hacer olvidar los malos partidos disputados. No es que se tratase de un bache, sino que el Sevilla necesitaba una nueva visión de conjunto, en la forma de afrontar los partidos, cogiendo ese traje de equipo competitivo, cabrón si me permiten, que tanto gusta a los suyos. Esa personalidad de ser más papista que el Papa en el Vaticano.

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