Atendía feliz el director deportivo a los micrófono de Movistar en los que analizaba la victoria del Sevilla en el derbi: «El Sevilla no es mi trabajo; es mi vida. No ha sido una semana fácil después de la semana ante el Lille. El equipo supo salir con la concentración justa y con la gestión adecuada. Tuvimos el mando del partido».
«No es una victoria más. Es un partido muy especial porque hay muchos sentimientos en juego. Esta mañana hablé con los jugadores y les dije que más allá de la pasión, había tres puntos en juego para tratar de estar entre los cuatro primeros. No es un mensaje estudiado. Vamos a seguir pensando en el objetivo prioritario. Cuando queden cinco partidos, ya veremos donde estamos».