El optimismo reina en el seno del equipo, un vestuario que ha pasado por situaciones difíciles y -además- muy parecidas a la que vive actualmente el Sevilla, que ocupó el farolillo rojo hace dos temporadas tras medirse casi a los mismos rivales que este año y cuyo despegue llegó precisamente a la sexta jornada con una victoria sobre el Rayo Vallecano, el rival que llega mañana al Sánchez-Pizjuán.