Fue tal día como hoy. En apenas tres segundos, el sevillismo pasó de un cabreo de época a la euforia más desmedida. Desde sus hogares, los sevillistas que instantes antes seguían maldiciendo el papelón de su equipo en unas semifinales de la UEFA, brincaban, se abrazaban y golpeaban lo que tenían a mano. Fue uno de los mayores subidones del sevillismo en este siglo de prodigios, el milagro de Mestalla, el recordadísimo Mbiazo. El gol que marcó el inicio de la segunda era de plata del Sevilla, tras los seis títulos entre 2006 y 2010. El 1 de mayo de 2014, el Sevilla retomó el rumbo de la gloria.