Diciembre ha llegado con demasiadas tareas pendientes. De competir en bañador (julio) a hacerlo con guantes. El Sevilla no para. Y para rizar el rizo de la dificultad de competir cada tres días, Pablo Machín deberá armar un equipo de garantías para las dos finales y media que tiene en los próximos diez días. Todo un máster en gestión de recursos es lo que lleva el soriano en estos meses en Nervión.
