Sevilla y Friburgo coinciden en que ninguno de los dos ha iniciado esta temporada de la forma deseada y que ambos afrontan la cita de mañana por la tarde con la necesidad imperiosa de tomarse un respiro con un resultado que alivie sus males. No obstante, la situación de los germanos se antoja más delicada y apremiante si cabe, pues hasta ahora ha ofrecido su versión más pobre desde que ascendiera a la Bundesliga en 2009, ocupando el penúltimo lugar con el único consuelo de tres empates en siete partidos, por lo que visita el Sánchez Pizjuán deprimido y en plena crisis.