El primero, y más caro de todos, fue Dani Alves en 2008, en una operación que terminó cerrándose en 36 millones de euros. Un futbolista al que le siguieron hombres como Keita o Adriano, que dejaron en las arcas de la entidad 14 millones de euros cada uno. Hasta 2014 hay que viajar para vislumbrar la última gran ‘ganga’ que el FC Barcelona pescó en Nervión. Por 18 millones y avalado por una clase exquisita Iván Rakitic, que estuvo cuatro temporadas en el Sevilla en las que logró ganarse un cariño que aún perdura en la parroquia sevillista. El último y quizás con menos rendimiento posterior fue Aleix Vidal al año siguiente, que también se marchó por 18 millones.
