Ni el Sevilla FC quiere que siga Lopetegui, ni Julen quiere continuar en Nervión. Con esta frase se puede resumir lo que ocurre ahora mismo entre el club rojiblanco y su entrenador. Y es que las razones son bien sencillas.
En el club consideran que la etapa del técnico ha concluido, a pesar de tener dos años de contrato, no le ven capacitado para dar ese último paso que acerque a los sevillistas a cotas mayores, con un final de temporada, ya sin la excusa de las lesiones, en donde no ha sido capaz de ganar partidos ante Cádiz y Mallorca que lo habrían acercado al subcampeonato.
Por otro lado, el entrenador tampoco quiere seguir por el tremendo desgaste que lleva acumulado, siendo el blanco de las todas críticas en cuanto el equipo no gana. Además, las exigencias del nuevo proyecto, con la salida de algunos de su pilares y la llegadas de jóvenes sin experiencia, no le convencen para seguir una cuarta temporada.
El problema está en que ninguno da el paso para romper la relación. En el Sevilla porque no quieren pagar la millonaria indemnización que supondría los dos años de contrato que le quedan. Y por parte del entrenador, porque no tiene ningún proyecto ahora mismo al que agarrarse si sale de Nervión. Sólo el Athletic es una posibilidad real, pero tendría que esperar al resultado de las elecciones, allá por el 24 de junio.
Y en todo esto quien pierde es el Sevilla, que ve como no avanza su planificación para la próxima temporada…