No marchan mal las cosas por Nervión en este arranque de temporada. A falta de pulir aspectos como la efectividad de los delanteros y puntuales desconexiones defensivas, la apuesta por Julen Lopetegui convence en el Sevilla hasta la fecha. El equipo genera arriba, se muestra seguro atrás en la mayoría de las situaciones, presiona con intensidad y domina con sentido la posesión del esférico buscando siempre un fútbol vertical. El libreto del preparador vasco cala en el Sánchez-Pizjuán. Pero lo que más gusta, sin duda, es que gana. Lo hace con la regularidad que una institución como la sevillista demanda. Es pronto para establecer una valoración de peso en este sentido, si bien tanto las sensaciones como la solidez que está demostrando el equipo invitan al optimismo de cara a una exigente temporada con tres competiciones por delante.