Monchi y su marcha, han dejado muchas tareas pendientes para el próximo que ocupe su sillón en las intalaciones sevillistas.
Además de la larga lista de cedidos que regresan a Nervión, las ventas a realizar, será una de las decisiones más delicadas a tomar.
Entre ellas podemos destacar dos grupos: Las que pueden dejar dinero y las que serán díficil de colocar a buen precio.
Entre las primeras están los casos de los marroquíes Bono y En-Nesyri, además de Marcos Acuña.
Los dos primeros ya tuvieron opciones de salir en el pasado mercado de invierno, pero decidieron quedarse para ayudar al equipo. En este verano cualquier opción buena en lo económico que convenza a los futbolistas, serán tomadas en cuenta.
El caso de Acuña parece más un interés del club de deshacerse del lateral zurdo, habida cuenta de las noticias que llegan de intermediarios que lo están moviendo por distintos países.
A sus 32 años y con dos temporadas más de contrato, un ofrecimiento que llegue a los 15 millones que se pagó en su día, serían suficientes para certificar su salida.
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Por otro lado, están las salidas forzosas por no contar para el entrenador o en el nuevo proyecto. Aquí podemos meter a jugadores como Rekik, Papu Gómez o Rafa Mir. Salvo en el último caso, en los otros hablaríamos de futbolistas con poco mercado, salvo opciones exóticas.
