El primer escenario con el que se cuenta es el retorno de la competición a mediados de mayo. Es el más positivo de todos, y contaría con que el retroceso del virus y la vuelta a la normalidad se asentasen lo antes posible. En este marco, el torneo acabaría el 30 de junio o, como muy tarde, el 15 de julio, ya sea con o sin público. La segunda posibilidad que maneja la liga es disputar lo que resta de temporada a lo largo del verano hasta agosto o septiembre. El hecho de que la FIFA va a permitir alargar los contratos que finalizan el próximo 30 de junio y el aplazamiento de la Eurocopa lo hacen posible, pero también obligaría a reestructurar la próxima temporada, posiblemente reduciendo el número de encuentros de selecciones e imponiendo un mayor número de jornadas intersemanales. La tercera opción, y más pesimista, sería el retorno a la competición en el mes de septiembre. Si bien sería la opción más radical, el avance de los días la sitúa como la más posible, aunque sería toda una incertidumbre que ocurriría con la 20/21.
