A muchos aficionados sevillistas les da igual el entrenador que venga, el director deportivo que se fiche y la plantilla que haga. El deseo principal de todos, es que José María del Nido Carrasco y su Consejo de Administración dejen el club.
Se habla mucho de la posible tercera vía, comandada por Antonio Lappi y Fede Quintero, pero el pacto de las grandes familias que se firmó hace algunos años, bloquea por completo a la llegada de nuevos posibles dueños.
Este pacto tiene una serie de aristas, que legalmente son imposibles de esquivar, en relación a un compromiso de todas las partes, de no vender las acciones por un valor menor a los 4.000 euros, más del doble de lo que realmente valen.
Además, existe otro compromiso de no vender ningún paquete de acciones sin contar con el resto, por lo que tiene que haber un acuerdo completo entre todos los accionistas, para vender sus paquetes en conjunto. Si esto se salta, hay una penalización de 30 millones de euros para el que lo haga.
Además, José María del Nido Carrasco no podría dimitir, porque en el caso de que esto se produzca, su padre cogería el poder, algo que van a impedir por activa y por pasiva el resto de miembros del actual Consejo de Administración.
Canal de Whatsapp:
Únete a Nuestro Canal de WhatsApp
Canal de Telegram:
Únete a Nuestro Canal de Telegram
Canal de Última Hora:
Únete a nuestro Canal de Última Hora
Todo esto metido en una coctelera, provoca que la única solución que tiene el Sevilla en estos momentos, es que los accionistas se sienten y rompan el pacto que está firmado hasta 2027.
Esto parece muy improbable, teniendo en cuenta que las relaciones entre las familias y José María del Nido Benavente, máximo accionista, están completamente rotas.