En pocas ocasiones -como el 1-2 obra de Carriço en el Ciutat de Valencia- el balón parado le está sacando de aprietos, todo lo contrario que le ocurría al entrenador sevillista en el Girona. El equipo catalán, según un estudio del CIES, fue el mejor el pasado curso de las cinco grandes ligas, anotando un gol con la pizarra cada 318 minutos. Un rédito que, por el momento, no se le está viendo en su etapa en el Sánchez-Pizjuán. El problema, según ha reconocido el propio Machín cuando se le pregunta por esto dentro del club, es que el Sevilla anda escaso de centímetros.