El gran protagonista del Sevilla esta semana, Alberto Moreno, ya le había entregado la camiseta con la que debutó con la selección española a su hermano, Diego, apenas quince minutos después de que acabara el partido. El estadio Carlos Belmonte estaba ya prácticamente vacío y el joven canterano del equipo nervionense salió del vestuario de la campeona del mundo. Miró hacia la izquierda y, muy sigilosamente, empezó a caminar por el túnel hasta llegar al terreno de juego. Fijó entonces la mirada en la grada más cercana. ¡Allí estaban los Moreno!