Guido Pizarro fue la primera intención del técnico, aunque en principio llegase para sustituir a N’Zonzi, por lo que pudiera pasar en esos últimos días de mercado. El francés se quedó en Nervión, y el Sevilla planteó tres hombres en el centro del campo. «Tenemos similitudes» y «podemos jugar juntos» decía Pizarro a su llegada, planteando su presencia como apoyo por delante de la defensa. «Me considero un volante defensivo, pero con gran despliegue. Mi predisposición es ayudar al compañero siempre y jugar», dijo.
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