A continuación os traemos una historia que nos manda el tuitero Ricardo Pérez @ricarpl, sobre lo que le ha ocurrido con sus hijos y la posibilidad de accder al Estadio este sábado con ellos, para ver el partido contra el Atlético de Madrid.
Os voy a contar una entrañable historia basada en hechos reales de como trata el @SevillaFC a los niños socios de la Entidad. Tengo 2 hijos, socios desde el día que nacieron, uno de 7 (con asiento propio) y otro de 4 (carnet rojo) que en principio le permite obtener entrada a 1€
— Ricardo Pérez (@ricarpl) September 30, 2022
«Os voy a contar una entrañable historia basada en hechos reales de como trata el Sevilla FC a los niños socios de la Entidad. Tengo 2 hijos, socios desde el día que nacieron, uno de 7 (con asiento propio) y otro de 4 (carnet rojo) que en principio le permite obtener entrada a 1€.
Aprovechando el horario del sábado los iba a llevar por 1vez este año al estadio. Inscribo al niño de 4 en tiempo y forma para acceder a su entrada. Me cobran el € y me dicen que queda sujeto a sorteo en función de la demanda y hoy me llega esto: «La inscripción de su hijo no ha sido agraciada».
Si sois padres podéis imaginar lo que es decirle a un hermano que se tiene que quedar en casa, mientras me llevo al otro al fútbol. Alguno dirá es que si no hay sitio, no hay. Pues si cualquier aficionado del Atletico entrara ahora a sacar una entrada de gol norte podría hacerlo.
En la Web oficial del Sevilla FC disponen de 370 entradas en la zona donde lo he solicitado para cualquier persona que esté dispuesta a pagar 60€, pero no tienen sitio para los niños socios de 4 años que están en una edad clave para empezar a identificarse con un sentimiento.
Pepe Castro y todos los altos ejecutivos sobre remunerados de esta Entidad entienden que es mejor recaudar la irrisoria cantidad de 60€ por 370 entradas, a cambio de dejar a niños socios menores de 5 años en la calle con el trastorno que ello puede generar a familias sevillistas.
Yo soy socio 1210 del Club y dudo que ninguno de mis hijos vayan a desviarse jamás de la pasión que yo me encargo de transmitirles. Pero pensad en la cantidad de niños indecisos, sin arraigo futbolero, influenciables…Lo tienen infinitamente más fácil con solo cruzar de acera.
Escribo esto no ya por mí, sino porque realmente pienso que merecemos dirigentes más capacitados, con algo más de sensibilidad hacia sus aficionados y porque están alejando a los niños de una pasión transmitida por generaciones de padres a hijos».