Pablo Machín tiene el codiciado don de decir las cosas claras sin molestar a nadie y dándole su sitio a todo el mundo. El entrenador del Sevilla dio una lección de cómo meterle la ilusión en la cabeza a los jugadores llamados a cubrir tres bajas importantes en Anoeta, pero al mismo tiempo mandar un aviso a navegantes. No todo vale, el tiempo se agota y el momento de los refuerzos está cerca. Unos mensajes a los que no escapó la secretaría técnica, encargada de mejorar una plantilla que se ha demostrado con carencias en cuanto las curvas han aparecido. Ahora, con las bajas de Kjaer, Mercado y Andre Silva, de nuevo tendrá que inventar para que el nivel de rendimiento no decaiga.