Tras lo ocurrido este pasado miércoles en Vitoria, no sabemos si es más preocupante la eliminación de Copa en sí, o la reacción que ha tenido el club y el sevillismo a dicha derrota. Y es que se ha normalizado el fracaso de una forma alarmante.
Los de Matías Almeyda empezarán el año 2026 con solo una competición, un dato de equipo pequeño, y algo que no ocurría desde 2002.
Pocos partidos, poca grandeza
Los nervionenses no van a jugar más de 41 choques esta temporada, una cifra igual a la del año pasado, y muy lejos de otras épocas, en las que llegaban casi a los 60 partidos entre las tres competiciones.
El Sevilla, uno de los clubes más laureados de la historia de Europa, no disputará más partidos esta temporada que un equipo de Segunda División, los cuales juegan mínimo 42 encuentros.
Esta circunstancia podría influir en el mercado de fichajes, ya que algunos futbolistas, al haber muy poco partidos, prefieran irse a otro sitio donde tengan la oportunidad de contar con más minutos.
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Estos números son un fiel reflejo, de la caída libre que en los últimos años está teniendo la sociedad, provocada por la lamentable gestión del actual Consejo de Administración y sobre todo de José María del Nido Carrasco.
