La dudosa gestión de los defensas por la dirección deportiva

La salida de Cala responde a la lógica de los hechos. El central lebrijano, después de 11 años en el club, estaba abocado a salir en junio, debido a que no contaba con la suficiente confianza como para haber recibido una oferta de renovación más o menos ecuánime con su rendimiento. Por ello, es normal que en Nervión accedieran a su traspaso al Cardiff a mitad de curso y sin margen para la reacción en busca de un relevo. Además, Cala se va dejando un pellizquito con el que nadie contaba (350.000 euros), pues desde el 1 de enero era agente libre. Sin embargo, su salida coincide con una nueva derrota de un equipo que sigue encajando muchos goles y eso invita a la reflexión.

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