Siempre se podrá decir que toda esta reflexión «no suma» en puertas de poder meterse en una final. Tocarles la pandereta puede sonar a forofismo antes de un Sevilla-Leganés que puede hacer historia igual que a apocalíptico y catastrofista irse a la otra punta del barco después de un 5-1 en contra ante el Eibar. Esto es como lo de la botella o del vaso. Lo puedes ver medio lleno, lo puedes ver medio vacío… pero también hay quien prefiere coger el vaso y llenarlo él mismo. Y como los que tienen que sumar son los que están dentro y cobran por ello -y muy bien, además-, al resto de los mortales nos queda analizar lo que vemos o lo que nos enseñan. Y si el equipo ahora de Montella juega a salvar la temporada en un partido ante el Leganés por el hecho de meterse en una final, aquí se van a explicar algunas de las claves de por qué el sevillismo hasta duda de que su equipo sea capaz de hacer frente a eso después de hacer el enésimo ridículo de la temporada que los gestores vendieron como la del proyecto más caro de la historia.