Villarrubias recordó una curiosa anécdota en su alocución ante los presentes. Y es que “quitándome los guantes tras aquella larga operación de cinco hora, me vienen a buscar y me dicen que está al teléfono el Rey. Y yo, preguntándome qué podía querer don Juan Carlos de mí en ese momento, le atendí como pude. Lo que quería era saber cómo había ido la operación de Enrique, quería saber cómo estaba porque “tenía que estar en el Mundial”, me repetía. Yo le contesté primero que lo importante era que volviese a andar, porque la lesión había sido muy grave, pero que estaba contento porque la operación había ido bien. Luego le dije que sería importante que él volviera a sentirse futbolista, lo que sería una alegría para todos”.
