El centrocampista se crió en Holanda, donde pasó por el Nac Breda, el Ajax o el AZ Alkmaar. Eso le pudo permitir asistir a la UEFA de Eindhoven, donde ya se enganchó del Sevilla. «Fui con mi padre cuando el Sevilla ganó la Europa League en Eindhoven pero era pequeño. Después cundo fui mayor y empecé a jugar en el Breda y el AZ, el Sevilla llamó a mi padre y me gustó mucho. Hablando con mis amigos mucho de Sevilla, de la ciudad y el tiempo. Siempre me gustó porque tenían jugadores maravillosos, era un club de mucha guerra, de mucha calidad y siempre contra Madrid y Barça se lo ponía difícil. Pregunta a un jugador de Real Madird o Barça si le gusta venir a jugar al Pizjuán. No le gusta a ninguno. Eso se me queda».