Desde el punto de vista contable, el Sevilla ya ha amortizado ocho de los 20 millones del fichaje de Muriel, porque ha consumido dos de los cinco años de contrato. Esa sencilla división es la que marca cuánto se pierde en una operación. Por tanto, si un equipo viene con diez o doce millones, al Sevilla le empiezan a salir los números, pese al fracaso desde el punto de vista futbolístico. El jugador, entre todas las competiciones, con Sevilla y Fiorentina, ha firmado 13 goles, algo que su representante hará valer para sacar una oferta que le permita al Sevilla salvar los muebles.